miércoles, 28 de septiembre de 2016

LA INVESTIGACIÓN FORMATIVA UN RETO MÁS PARA LOS PROFESORES

La investigación formativa sin duda es un tema en la agenda de la capacitación de los profesores de todos los niveles educativos. No es de ahora, su vigencia en la educación data de varias décadas atrás; sin embargo, en los últimos años ha cobrado mayor interés, especialmente en el sistema educativo peruano.
La sociedad del conocimiento, está determinando una educación que responda a las nuevas formas de vida del ser humano, siendo la investigación científica una de las prioridades de los países que luchan por desarrollarse en un contexto con brechas de desigualdad cada vez más marcadas, puesto que los resultados de la ciencia y la producción tecnológica son los que sostiene su economía. Por tanto, la educación toma esta dirección: contribuir a la generación de conocimiento científico.
En este contexto, la investigación formativa es una de las estrategias previas y que se está incidiendo en los estudiantes desde la educación básica hasta la universitaria. Primero la investigación formativa orientada a la formación de habilidades, capacidades y competencias para la investigación y, luego, la investigación científica propiamente dicha que corresponde a los grados académicos superiores de la educación universitaria, puesto que su esencia es el aporte a la ciencia.
La investigación formativa forma parte de la función docente con una finalidad pedagógica y que se desarrolla dentro de un marco curricular formalmente establecido, además, constituye una estrategia pedagógica de carácter docente para el desarrollo del currículo; por tanto, aporta elementos didácticos fundamentales para desarrollar un aprendizaje autónomo y significativo (Cerda, 2007).
Para los profesores es un reto, no es una tarea nueva, es la reorientación de la docencia, respondiendo a la pregunta: ¿cómo llevar a la práctica la investigación formativa en el aula y en la escuela?. El cómo, básicamente se refiere al método; es decir, a las estrategias didácticas que deben incorporar en el desarrollo de las áreas curriculares o asignaturas y módulos. A continuación les compartimos algunas formas de hacerlo.
Las estrategias didácticas que aplique el profesor en su desempeño docente tienen que ser conducente a la generación de evidencias de aprendizajes de los estudiantes, dependiendo del grado de madurez y de las capacidades que estos tienen. Las evidencias, son pruebas de lo que el estudiante va aprendiendo, de la movilización de sus saberes para la obtención de resultados concretos. En este sentido, la investigación formativa se desarrolla mediante: monografías, ensayos, seminarios de investigación, club de revistas, la aplicación del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), anteproyectos de investigación, vinculación de los estudiantes con los proyectos de investigación del profesorado, estrategia DHIN (Desarrollo de Habilidades para la Investigación), la Uve Heurística, entre otras estrategias.
Varias de estas estrategias son de dominio de los profesores, sin embargo, su labor pedagógica está en la adaptación que tienen que hacer al contexto socioeducativo de los estudiantes. Por ejemplo, la monografía, tiene que abordar u problema o un tema de interés para el estudiante, de preferencia con enfoque interdisciplinario, puede ser elaborada, sustentada y publicada por uno o varios autores (un equipo de estudio). El ensayo, con su naturaleza propia de ser un texto argumentativo– aunque tiene sus variantes – sigue los mismos lineamientos. En ambos casos, los estudiantes debe buscar información en fuentes confiables, como libros y revistas, estas últimas indizadas en bases de datos como por ejemplo, ISI, Scopus, Scielo, entre otras; luego, procesarla y aplicarla a la investigación que está elaborando.
Los estudiantes deben sumarse a las investigaciones que los profesores estén desarrollando, el profesor investigador (Stenhouse, 1985) es aquel que reflexiona sobre su propia práctica, es crítico consigo mismo con la finalidad de innovarla, ésta es mucho más productiva si suma a los alumnos. El reto está allí, solo tenemos que asumirlo.
Cerda, H. (2007). La investigación formativa en el aula. La pedagogía como investigación.  Colombia: Cooperativa Editorial Magisterio.
Nuñez, N.; Vigo, O.; Palacios, P. Y Arnao, M. (2014). Formación Universitaria Basada en Competencias. Chiclayo: USAT.

Stenhouse, L. (1985). Investigación y desarrollo del curriculum. Madrid: Morata